Conclusiones y concreciones

De todo lo anterior se deduce que la estrategia ha de articularse en torno a SEIS objetivos estratégicos:

  • 1. Encontrar los nexos comunes que permitan desarrollar una estrategia de desarrollo turístico conjunta, donde las actividades económicas sean capaces de generar sinergias y efectos multiplicadores en el ámbito de toda la Mancomunidad.
  • 2. Crear una imagen conjunta de la Mancomunidad, atendiendo a uno o varios elementos que vinculen a todos los municipios entre sí. El objetivo de esta imagen es doble: que la Mancomunidad sea claramente reconocida desde el exterior, y que la población local se identifique con ella. La imagen es el resultado de la combinación de varios elementos. En primer lugar, un elemento físico simple, como un logotipo, que identifique claramente a los municipios de la Mancomunidad. En segundo lugar, la imagen se deriva de los productos y servicios que se ofrecen, tanto los de carácter público (infraestructuras, equipamiento, servicios turísticos) como los de carácter privado (gastronomía, productos alimentarios, reformas,…); en tercer lugar, la imagen es también el resultado de las relaciones entre los visitantes y la población local, especialmente los comerciantes y aquellos vinculados más directamente a los sevicios ligados a las actividades de ocio y turismo. Por otro lado, esa imagen global ha de permitir una diferenciación respecto de otras áreas y, especialmente, la costa, pero respetando las particularidades de cada municipio. Es decir, se debe ir hacia una imagen global pero sin anular lo que de positivo tienen las particularidades de cada municipio.
  • 3. Convertir los recursos existentes en productos turísticos. Este es un aspecto clave en cualquier estrategia turística, sobre el que hay que actuar con especial cuidado. No es fácil que un recurso sea de por sí suficiente como para generar efectos positivos generalizados.
  • 4. Crear o consolidar productos turísticos de calidad. Como se ha señalado, los cambios en los mercados, el aumento de la competencia entre áreas, así como el mayor nivel de exigencia de la demanda, aconsejan convertir a la calidad en el eje central de la producción de servicios turísticos y de ocio; la calidad ha de ser igualmente tenida en cuenta en los productos y servicios ligados a aquello0s, como la artesanía, los productos agroalimentarios, o los mismos espectáculos o eventos culturales.
  • 5. Captar un mayor número de visitantes al área, teniendo en cuenta lo ya expuesto sobre los diferentes segmentos de demanda y las tendencias de compra.
  • 6. Propiciar y favorecer que se genere un mayorvalor añadido en la zona, a partir de las actividades encaminadas a ofrecer un producto turístico de ocio de calidad, aprovechando el flujo de visitantes ya existentes así como los que pudieran generarse por la nueva oferta de calidad. Evidentemente ello implica que se desarrolle en gran medida el turismo rural existente y, además mejore y complete la oferta de alojamiento ya existente en la Mancomunidad. Un paraje de elevado valor, bien cuidado, con buenos accesos, genera únicamente gastos de mantenimiento para el municipio si los visitantes no adquieren o no consumen en la zona. Por ello, es necesario poner en marcha un conjunto de acciones paralelas que permitan generar sinergias y efectos multiplicadores en todo el ámbito de toda la Mancomunidad, es decir, que actividades que en principio no tendrían apenas efecto (paisaje, senderos, recursos paisajísticos,…) los tengan de manera directa en la economía local, asociando los productos que tengan o puedan generar valor añadido para el turismo de la Mancomunidad (gastronomía, fiestas, restauración y alojamientos).

A su vez, estos objetivos estratégicos han de apoyarse en otros elementos con un carácter más global:

– Preservar y valorizar el Patrimonio Natural, construido como una base sostenible. Para ello cabe utilizar como base una estrategia de desarrollo turístico a corto plazo.

– Permitir que sea compatible el desarrollo turístico de los municipios con el funcionamiento de otras actividades de producción existentes en el municipio, evitando rivalidades e incompatibilidades.

– Movilizar a las poblaciones locales hacia una visión global de esta Mancomunidad. Es decir, desarrollar una conciencia de identidad cultural y territorial entre los seis municipios para ser capaces de llegar a un alto nivel de compromiso con el desarrollo de su propia área.

Por último, los objetivos estratégicos han de ir acompañados de una serie de objetivos específicos:

  • – Criterios de calidad
  • – Atraer visitantes
  • – Mantenimiento/mejora de los recursos clave
  • – Colaboración entre la Administración local, los agentes económicos y toda la población local
  • – Coordinación entre actuaciones y municipios